ELEGANCIA....


De manera asombrosa se fueron
aquellos días en los que la vida
se tornaba adversa y vuelta de todo...
De manera extraña, en silencio
pasaron los días y nada dejaron,
nada dijeron...
Callaron su voz, cerraron sus ojos
volviéndose légamo y cieno,
atrapando mis pies, 
mis pasos de viajera por el cosmos...
Es cierto muy cierto, que en realidad
fui yo quién trató de perder su rastro, 
la cicatriz en mí de sus marcas,
al pasar mis páginas a velocidad de vértigo
tan solo pensando en no volver a converger
en sus meridianos. Ni en sus paralelos.
Quedaron entonces allí el cielo a lo lejos,
las largas tardes al calor del invierno,
las palabras de madrugada 
y todo el silencio del mundo
sobre mis espaldas.La huida hacia delante
y atrás en el tiempo...En aquel tiempo 
que jamás debió nacer entre tu boca 
y mi aliento...
Desconozco a dónde finalmente fueron,
qué fue de ellos.
Pero existe una melodía lejana
que de nuevo me devuelve a su confluencia
como si jamás hubieran muerto.
Nacen de nuevo a la vida, 
a la voz que desde entonces guarda mis secretos.
Me miran y piden que grite todo lo que entonces
enterré entre las dudas y la distancia,
bajo flores de permufe infecto
y un rictus de elegancia.
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen Galatea Santos®/ CUYENCES (Oviedo)

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