NOCHE DE REYES...


Traerá la noche un deseo.
Y alguna alegría perdida y hallada en el templo del desamor.
Traerá un sueño. A ratos roto, a ratos compuesto y sin noche de estrellas.
Ni Luna de cartón…
Busco mis zapatos nuevos para poner en la ventana.
Espero que no se los lleve el viento. Ni los moje la lluvia de madrugada.
Que las tristezas no vienen solas y a veces
les acompaña la mala suerte vestida de guardaespaldas.
No he sido todo lo buena que hubiera querido.
Nadie es perfecto. Y además es que me empeño en no serlo.
!Pero qué quieren ustedes!
Así me parieron en una noche de tormenta.
De ahí mi miedo al agua en cualquier formato.
Sobre todo la que corre a su libre albedrío.
A la luz artificial, por aquello de los rayos
y a los gritos y el ruido, por aquello de los truenos.
!Pero callo y otorgo tanto y tantas veces!.
Por ello y porque la sinceridad sin medida y a raudales
es lo que me queda de aquel caudal
que nos inundó el día que bajé del cielo.
¿O fue que subí del infierno?
Sea como sea, este año he repetido lección.
Y por eso, creo, que merezco algo más que un golpe bajo
en los bajos del corazón.
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Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen Galatea Santos® / GIJÓN (Asturias)

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