AFÁN...


Depositó su mirada en mis caderas
llegando a borrar de mi piel
los restos de las últimas pisadas
entre apuesta y apuesta de todo al negro 
por mi salvación.
Encendí el asfalto bajo mis pies
a golpe de tacón y fuego pétreo
agolpando en las aceras exánimes
lo últimos esfuerzos por sobrevivir...
Llovía mansamente en esa hora temprana
y aun así, rebeldes y levantiscas, 
las ramas murmuraban razones infundadas.
No aprendieron el arte del silencio
entre viento y viento desbocado.
Contaban la deriva de mis naves,
el cónclave de danzas y sones sordos,
que trenzan las redes del averno
bajo las costuras de mis agravios...
Faltaban alas a las espaldas,
sobraban piedras en los bolsillos.
Hervía el castigo en las heridas,
ardían mis venas libres de culpa y delito.
El afán siempre fue el mismo,
pagado al contado y sin demora:
poder sentir de nuevo su mirada,
volver a esa vida en el abismo.
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Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / PIEDRAS BLANCAS (ASTURIAS)

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