Tengo miles de versos
esperando el aire de tus besos
tengo miles de palabras
llorando por tu regreso...
Viven escondidos en las páginas
apegadas al blanco del olvido
llamando a gritos a tu cuerpo,
ese que junto al mía
las daba luz y vida
con el mismo latido...
.
Están los amaneceres
difuntos desde su inicio.
No levanta el sol
más de un palmo del sitio
y se coloca siempre al fondo
del horizonte quebradizo.
Como en permanente suicidio
esperando a que llegue el día
en el que todo de nuevo
vuelva a ocupar su sitio...
.
Mis manos, que desconocen
todo lo sucedido,
quieren una y otra vez
escapar a los bolsillos...
Dónde a solas y en silencio
permanecen escondidos
los dedos que encierran
en puños bien apretados
el dolor contenido
por no querer contar
todo lo que no te digo,
a la espera del aviso
de que este tiempo canalla,
en el que a duras penas respiro,
des por concluido...
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® / Anochecer en La Mancha
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