TE CONTARÍA...


Te contaría que por mi camino
vi una estrella venir a morir
entre las costuras de este cielo gris
que sabe de mis fatigas. Y mi hastío.
No atinó a medir su pulso
con el reloj de la tarde
trastocando la hora en punto
por un mal instante.
Te contaría que me sumé a su tristeza
por la senda que nos llevaba
primero de ida, después de vuelta
a la inocencia vestida de luto.
Que dejó tras de sí una estela,
un lazo deshecho de brasas e imprudencia,
que no supo (o no quiso) medir sus fuerzas,
ejecutando su órbita a ciegas.
Te contaría, que como a ella,
no me alcanza la medida de las distancias
que siempre voy más rápida
que cualquier atardecer dejándose caer
sobre cualquier camino lóbrego…
Te diría que apuesto todo al rey
entre el otoño y el invierno,
dejando que tome mis puertos siempre abiertos
a sangre y fuego, a lluvia y viento…
Que existen tránsitos más fríos que gozosos
más llenos de nada, que vacíos de todo
rondándome con sus elipses
para atraparme en un renuncio.
Te contaría qué se esconde tras tanto flujo
de quimera y ambición,
por qué sólo detengo mis pasos
para dejarme vestir de mistral y escarcha,
de añoranza parida en cualquier sucio callejón.
Pero no he de perder el ritmo.
Ni el son ascendente de mi latitud,
sea cuál sea el sentido de la marcha
por la que escapo a tanta inquietud...
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos® 

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