Vengo de sentir tu
vacío sobre mis espaldas,
de vengar entre
tinieblas mis palabras,
vengo de tus rosas
rojas sin pecado concebidas
entregadas a otros
labios y otro destino.
Vengo y no callo en
ningún momento.
No puedo perder el
hilo que fluye
entre mis orillas y
el cauce de tu río.
Sosteniendo entre
mis manos tu mundo
voy inmortalizando
entre líneas sin malicia
lo que no escuchas
en los gritos de este silencio.
Es materia de otro
mundo mi búsqueda.
No es materia de tu
mundo la respuesta.
Sigue caminando en
círculos dentro de tus laberintos.
Yo seguiré camino
al norte de todos los nortes
con paso firme y
buen ritmo,
yo seguiré camino
con el peso del
olvido en mis bolsillos.
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen Reme Anaya®/ Pantano de la Viñuela (Málaga)
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