VUELVO...

Vuelvo a la vida, al mar que nos alimenta.
Vuelvo al verde de los prados
dónde se sustenta mi alma y mi aliento.
Se abren de nuevo los puertos a los marineros
del Sol abrasador, de Luna huída  y tierra adentro.
La paz reina por fin en mi mirada.
Y las calles se ofrecen serenas a la lluvia
para que ella sea quién disponga en su providencia
si pasar de largo sobre las sombras
o dejarse amar como si no existiera su llanto…
Tienen prisa las tormentas. Nunca detienen su paso.
Esperan al otro lado el mar, las corrientes serpenteantes,
las aves con su monótono canto,
y las barcas a la deriva buscando
un acantilado al que entregar su baile
al son de las olas maliciosas.
 .
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
Imagen: Galatea Santos®/Luanco (Asturias- Junio 2016)

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