SED...

Se apagará la luz de mis manos,
palidecerá la piel que me envuelve
y de nácar traslúcido se volverán
mis párpados sobre mis lágrimas
ya ausentes.
Se secarán en mis venas los lagos
de sangre y fuego mortal…
Y quizá envuelvan en lino blanco
lo que reste de mis restos agradecidos.
Y quizá sellen mis labios con un beso
mis ancestros.
No pediré nada más.
Sólo que mi vuelo hacia el infinito
sea lento y falto de impaciencia…
Que dé tiempo a sobrevolar todo aquello
que abandonaré a su suerte,
que de tiempo a lanzar un adiós lejano
y a salvar tu nombre de la sed
de mis vocablos.
.
Elizabetta Puig® / Derechos Reservados
  Imagen:Galatea Santos®/ Torcal de Antequera (Enero 2016)

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